Nos fuimos Siska la
amiga y yo con otras personas en un tour de tres días y dos noches en una van, éramos como diez personas.
El trayecto fue un
ejercicio de supervivencia nerviosa dependiendo de un conductor que corría como
fitipaldi por lo rápido iba y unas
carreteras donde los otros conductores eran los enemigos.
Camiones, buses, otras
camionetas por puestos, motos por doquier, y el que fuera más rápido y pasara
al otro era mejor, huecos a esquivar pollos y pare de contar.
En fin tuvimos una
parada para almorzar, pedi AYAM, los pinchos de pollo que era lo que comía
normalmente por allá con arroz.
Llegamos a Probolingo,
un pueblo encrucijada antes de comenzar la subida al volcán, fueron como 10
horas de carreta, allí cambiamos de vehículo y nos fuimos en un jeep como decir
subir El Ávila, el hostel estaba incluído en el precio del tour.
Ahí llegamos como a
las 11 p.m. y a las 3 a.m. nos levantaríamos para subir el volcán
caminando y ver el amanecer desde el mismo.
Fue un súper maratón,
subimos a un mirador primero desde donde veríamos el amanecer y luego de allí
fuimos a la base del volcán donde nos esperaban unos caballos y quien quisiera
podía hacer la excursión al volcán a caballo. Subimos el volcán, se vio el cráter
perfectamente, este volcán lo acababan de abrir nuevamente, pues hacia unos
meses había estado en erupción.
Regresamos a desayunar
al hostel y a dormir un rato y bañarnos para después arrancar hacia otro pueblo
donde dormiríamos esa noche para
efectuar el mismo maratón levantarse temprano y subir el volcán IJENG,
un volcán donde están los obreros trabajando extrayendo azufre.
Por un salario ínfimo
por kilo de azufre que saquen.
Fue algo sub realista
ver a estas personas trabajando allí en la madrugada con linternas y cargando
el azufre y luego subir desde cráter hasta la cumbre y verlos bajar con unas
carretillas el azufre.
La excursión fue súper
fuerte, yo contrate uno de ellos que me dijo TAXY, TAXY, a la bajada y me bajo
en la carretilla. En el camino de bajada con la claridad del día vimos monos en
los arboles, allí llegamos al campamento nuevamente y nos llevaron a la parada
de autobús donde esperamos uno que tardo mucho tiempo y nos fuimos a la isla de
BALI.
Después de unas cinco
horas en autobús y cruzar el ferry de una isla a la otra llegamos en la
tardecita a la isla de Bali a la ciudad de Denpassar.
En esta parte ya íbamos
Siska y yo solas pues su amiga, se fue para Yogyakarta.
Algunas fotos, pulsando aquí
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